Los refugios libres son una opción fantástica para pernoctar en montaña, pero depender de ellos implica llevar un equipamiento básico que complemente sus limitaciones. Aunque ofrecen techo y cierta protección, no siempre cuentan con recursos como agua potable o material de descanso.
Qué llevar en tu mochila
Equipo de descanso
Saco de dormir: De rango acorde a la temperatura del refugio.
Esterilla: A veces los refugios tienen suelo frío o sucio.
Manta térmica: Por si el refugio está en malas condiciones.
Ropa
Capas térmicas: Para adaptarte a los cambios de temperatura.
Chaqueta impermeable.
Muda limpia: Para evitar el sudor acumulado y mantenerte cómodo al dormir.
Comida y cocina
Hornillo portátil: Rara vez los refugios libres cuentan con cocina funcional.
Comida deshidratada.
Filtro de agua: Algunos refugios tienen acceso a ríos cercanos, pero no garantizan agua potable.
Útiles básicos
Linterna o frontal.
Botiquín completo.
Cuerda: Por si necesitas improvisar algún soporte o colgar ropa mojada.
Navaja multiusos.
Mapas y brújula: Importantes para rutas largas o de acceso complicado.
Productos de aseo
Cepillo y pasta de dientes.
Toallitas húmedas.
Bolsa de basura para recoger tus residuos.
Consejos adicionales
Lleva siempre un plan alternativo por si el refugio está ocupado o en malas condiciones.
Suele ser suficiente con un poncho con perforaciones en sus esquinas y una cuerda, con la que construir una pequeña protección para vivaquear durante la noche.
Recuerda, los refugios libres son un recurso comunitario: deja el lugar limpio y respeta a otros montañeros.
¿Has pasado alguna noche en un refugio libre? ¡Comparte tus experiencias en los comentarios!
Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Aceptar y continuar |
Más información
Deja una respuesta